Por Rosa María Barajas
CdMx. Junio 30, 2018. Así como en varias ciudades de Estados Unidos se salió a las calles a protestar por la separación familiar resultado de las leyes migratorias trumpistas, en la ciudad de México también hubo manifestación frente a la embajada del país norteamericano. Ahí se reunieron familias enteras y diferentes organizaciones pro –migrantes pero también afectados directamente por las políticas migratorias. El evento se realizó tanto en español como en inglés, ya que muchos de los manifestantes son deportados después de vivir toda su vida en los Estados Unidos.
Adán Jácome León del colectivo Deportados Unidos en la lucha compartió cómo en diciembre de 2016 fue deportado de Estados Unidos y traído encadenado en todo el trayecto del avión hasta la ciudad de México. Adán dejó en Las Vegas, donde vivió 16 años, a su esposa y a su hija de 4 años. “La separación familiar ha existido desde hace ya tiempo en los Estados Unidos pero ahora con las redes sociales se hace más evidente”, dice Jácome. Sin embargo, agrega, se separaba a los padres de sus hijos, como fue su caso, y no a los niños de sus padres como se está dando en la actualidad.
Por su lado, Mirena Martínez del grupo Momzillas señaló que su grupo participó en la manifestación para exigir al gobierno de Trump que deje de usar a las familias migrantes como moneda de cambio para los problemas internos de su país, ya que es inhumano. Momzillas es una plataforma en facebook en la que participan mujeres que tienen en común ser madres y se apoyan en temas familiares. “Por eso entendemos el dolor de esas madres”, concluye Mirena con voz entrecortada.
La manifestación tuvo un enfoque político-cultural en el que hubo música, teatro, y actividades para niños, todo esto detrás de un cinturón de seguridad policiaca y la valla permanente que rodea la embajada, digamos una representación miniatura de la que Trump pretende erigir en la frontera con México. Algo “poco amigable para la población en general y que reitera su postura ante México y la criminalización de todos nosotros,” dice Ximena Ortiz Ortiz, coordinadora de casa Pocho que es un refugio para personas deportadas o retornadas y que llegan a la ciudad sin el menor conocimiento de cómo movilizarse en un país, su país, pero que les es ajeno, hasta hostil.
Casa Pocho es un esfuerzo de la organización Other Dreams en acción (ODA). Ximena agrega que los presentes en la manifestación están conscientes de las familias centroamericanas y se solidarizan con ellos. “La situación de la niñez migrante en México también es muy delicada. Estamos conscientes del contexto de las estaciones migratorias y cómo es el trato hacia los niños y hacemos una demanda y denuncia general tanto para el gobierno de México como para el de Estados Unidos de que cumplan, protejan y respeten a la niñez.”.
El evento fue organizado por Deportados Unidos en Lucha, ODA, Ameyal y Misión DF, entre otros grupos.
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